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La idea principal del blog es mostrar información sobre música tropical, resaltando lo mas significativo dentro del genero SALSA, para compartirlo con aquellos melómanos amantes de la buena música

viernes, 23 de noviembre de 2007

Para contribuir con el termino... Salsa

LA SALSA: SU TRANSCULTURACIÓN EN NUEVA YORK
Por: Dr. Luis Delgado-Aparicio Porta
resumen de su trabajo, publicado en www.mambo-inn.com

"La Salsa se gesta en Nueva York en lo que se conoce como el Spanish Harlem o El barrio, ubicado en los alrededores de la Calle 116 donde los inmigrantes boricuas se establecen en los años 30" (Storm Roberts, John. Ibidem, p.36). Aquí se "cocina" en la década de mil novecientos sesenta y consolida en la de mil novecientos setenta, la Salsa, respuesta de la comunidad latina a las duras condiciones que le impone el medio; es una mixtura de sonidos de distintos ritmos -aunque con preeminencia del Son- y con el durísimo impacto de la urbe neoyorquina. Dice Roberto Miró Quesada: "No es accidental que la eclosión de este ritmo se haya producido en Nueva York, la metrópoli por excelencia del mundo occidental (...). Puede afirmarse que las similitudes entre los latinos y los negros de Estados Unidos y los latinoamericanos, que vivimos más abajo del Río Grande, son sorprendentes. Confrontados quizá como nadie con la discriminación blanca, los latinos de Nueva York han plasmado un ritmo que les viene de lo más profundo de su latinoamericaneidad".
En los 60 comienzan a realizarse las llamadas Jam-Sesions o descargas que en Cuba se daban desde la década anterior, sobre todo con Israel López "Cachao" y Julio Gutiérrez y también en los estudios de grabación fuera de hora y como desahogo de los solares. Su primera gran manifestación se logra con los Alegre All Stars, en 1961. Se trata de una experiencia informal abierta que, a la vez, aglutina sonidos caribeños, capta conceptos del jazz y los transporta en medio del desorden y la grata competencia entre los músicos. [eran elocuentes sus diálogos]. En las descargas ya se "cocinaba" la Salsa y la esquina empieza a tener presencia. Por otro lado, tenemos que resaltar West Side Story, la comedia musical de Jerome Robbins, basada en el libro de Arthur Laurents, con la música de Leonard Bernstein, la letra de Stephen Sondheim y la coreografía maravillosa de Peter Genaro, en setiembre de 1957. Ella recreaba el barrio, los territorios de las pandillas, el mestizaje y el baile latino llevado a su más alta expresión danzaria. Felizmente se dejó atrás a Carmen Miranda y sus bananas "tropicohollywoodenses".
Luego, aparecen las figuras de Eddie Palmieri, Larry Harlow, Richie Ray, Willie Colón, Ray Barreto, Charlie Palmieri, que recogen el sonido de la calle y de la gran ciudad en la que ahora residía el latino. Eran los inicios en la selva de cemento de las botánicas, usos, costumbres, rezos y otros de una comunidad emergente. [recordemos a Joey Pastrana, Orlando Marín, Joe Cotto, Willie Bobo, Joe Batán, Kako y su Combo, Chorolo, Mon Rivera, etc]. Al imponerse el nuevo sonido en El Barrio, cambió la estructura de los locales donde se tocaba esta música. Los Ballrooms del Waldorf Astoria y el Hotel Taft, el Chateau Madrid, Latin Quarter, locales lujosos, así como el inconfundible Palladium en el corazón de Manhattan, empiezan a cerrar. Cobran actualidad el St. Nicolás Arena del Harlem, el Tropicoro y el lúgubre Cabo Rojeño, el Corso, y en la parte sur de la ciudad la "Cocina del Diablo" escenario del "Abran Paso" de Ismael Miranda. Se suman estos espacios y algunos son reemplazados por cines vacíos, (el famosísimo Cheatah de Fania All Stars), terrenos cercados, playas de estacionamiento, campos deportivos y Universidades que acogen el "sonido duro": la música volvía a la calle. Todavía se hablaba en los círculos propios del montuno, mambo guaguancó. Sobre el cambio que se producía dice César Miguel Rondón: "El lujo y la ostentación desaparecerían por completo y en su lugar se colocaba ahora la violencia y agriedad de determinado tipo de vida: la del barrio marginal" (Rondón, César Miguel "El Libro de la Salsa. Crónica de la música del caribe urbano". Caracas-Venezuela, Página 32). En efecto, la calidad musical decayó, "ya no existía la vigorosa sonoridad de la década anterior. Sin embargo, ahora había mucha mayor autenticidad en lo que se cantaba. Los ruidos desesperados e hirientes del barrio, se traducían en trombones que desafinaban y en montunos donde la violencia musical era el sello distintivo. Y no podía ser de otra manera, la vida en esa parte de la ciudad no es plácida, y la música que ahí se produce tampoco".
En 1964, Johnny Pacheco y Jerry Masucci crean la disquera Fania que, con el paso de los años, lleva la Salsa a su mayor auge. El impulso lo darán los boricuas principalmente, en vista de que Cuba, matriz natural de la música caribeña, había optado por un sistema político diferente. Puerto Rico aporta su timbre sonoro, así como el estilo del soneo de Ismael Rivera y sus ritmos de bomba y plena, Ricardo Ray y Bobby Cruz, Ismael Miranda, Chiviríco Dávila, Ismael Quintana, Cheo Feliciano y quién hoy es el "cantante de los cantantes", Héctor Lavoe..
Al principio, la Salsa se caracterizará por el sonido de trombones, pero luego ampliará su formato a otros instrumentos de viento, sobre todo a las trompetas. En el decenio de mil novecientos setenta, ésta se tecnificaba en experiencias que incluyen la afinada sección de violines, violas y cellos, por primera vez en "Periódico de ayer" de Héctor Lavoe y en la producción "El Cantante" de Cheo Feliciano. En cuanto a los arreglos, el tosco sonido original se convierte en complicadas y sabrosas estructuras. Por otro lado, continúa la Salsa típica con su importante última finalidad: el baile; la Salsa, caleidoscopio sonoro, va forjando su propia personalidad. En cuanto a las letras, el principal aporte lo da Rubén Blades con su "Salsa narrativa", así como Don Catalino "Tite" Curet Alonso, responsable de la mayoría de éxitos.
EL BARRIO, AXIOMA FUNDAMENTAL.

"Las esquinas son iguales en todos lados, encuentras el poste de luz y el eterno zafacón, y el mismo bonche de siempre apretando un vacilón...".
("Las esquinas son". Autor: Rubén Blades. Intérprete: Ismael Miranda).
XSLP N° 0046, FANIA, 1974.

La Salsa es una combinación de sonoridades de distintos ritmos, pero cuya base es el Son. Incluso ha sido asumida por ciudades distantes de los lugares donde se produce y por eso me pregunto: ¿Por qué esta identificación?. A mi modo de ver se debe a que las circunstancias en que se desenvuelve son parecidas a las de cualquier ciudad latina, a partir del barrio básicamente. Como dice César Miguel Rondón: "La Salsa no es un ritmo. La Salsa es una forma abierta capaz de representar la totalidad de tendencias que se reúnen en la circunstancia del Caribe urbano de hoy; el barrio sigue siendo la única marca definitiva". (Ibidem, página 34). El barrio es la patria chica, lugar de anhelos, frustraciones, penas y alegrías. Es territorio de nostalgias que se vuelcan en canciones mediante las cuales se mantiene el contacto con la tierra natal allá en el lejano sur. Es por esto que la composición de nuestro compatriota Don César Miró "Todos Vuelven" ha calado tan hondo y se ha convertido en himno de la esperanza y en la ilusión del regreso. La Salsa refleja el sentir del barrio y éste la asume por eso con legítimo orgullo. Es lo que le da identidad.
Las letras retratan situaciones cotidianas, con el lenguaje de la calle y una sonoridad irreverente. Esto, que ya se había vislumbrado con Joe Cuba y su Sexteto, con el principalísimo aporte de Cheo Feliciano, alcanza su epítome con Willie Colón y Héctor Lavoe; basta con recordar los títulos de sus discos (El malo, La Gran Fuga, Lo Mato...) y sus canciones como "Calle Luna, Calle Sol". Los protagonistas de la Salsa eran: "Gente común y corriente, que a diario despertaban en sus casas humildes de barrios o apartamentos extraños de la gran urbe, sin título alguno, pero que en ciertas noches especiales, cuando en algún coliseo de la ciudad se celebraban los conciertos de Salsa, eran condecorados con títulos de nobleza. Títulos que sólo perdían al ganar otros, de muy distinta calidad, con los que el barrio los bautizaba "Los Bravos", "Los Duracos", (Gonzáles, Lydia Milagros. "Homenaje en Clave a la Salsa". Suplemento en Rojo del diario Claridad. San Juan-Puerto Rico, 12 al 18 de junio de 1987). La Salsa logra esta identificación y hasta enarbola la idea de la unidad continental desde el barrio, como ocurre con la canción "Pueblo Latino" que escribió Tite Curet e interpretó la Fania All Stars con la voz de Pete "El Conde" Rodríguez. Con el trabajo del genial Rubén Blades, el barrio logrará dimensión universal mediante su crónica popular urbana.

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