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La idea principal del blog es mostrar información sobre música tropical, resaltando lo mas significativo dentro del genero SALSA, para compartirlo con aquellos melómanos amantes de la buena música

martes, 28 de octubre de 2008

La salsa, el cine y una historia por contar...

Amigos, les dejo a continuación un excelente artículo publicado originalmente en tres partes, sobre la salsa y el cine, escrito por el periodista Emir García Meralla, experto en música cubana. Comenta mucho sobre la pelicula "El Cantante".


La salsa, el cine y una historia por contar. La aproximación (I parte)

Desde hace algunos meses el filme “El cantante”, basado en la vida del músico puertorriqueño Héctor Lavoe Pérez; recorre diversos circuitos de exhibición en algunas ciudades de América Latina. La cinta protagonizada por el cantante Marc Anthony intenta revivir y contar capítulos de una historia que ha definido el sonido musical más importante generado en el Mediterráneo caribeño en los últimos años, la historia de la música Salsa.
Por cerca de dos horas los productores del filme intentan acercarnos a la personalidad contradictoria de quien fue considerado el “hijo pródigo de Portorro” y que al decir de todos los entendidos fue la voz más alta del movimiento musical surgido en las calles del barrio latino de la ciudad de Nueva York a comienzos de los años sesenta.
Dirigida por León Inchaso, “El cantante” no es un filme hecho o pensado para quienes aman un cine reflexivo, o un cine de autor, no; este es un filme hecho para la gente que ha vivido y vive en los arrabales y la periferia de todas las ciudades del arco caribeño y latinoamericano, es también la historia de parte de los inmigrantes que incidieron en el crisol cultural que es desde comienzos del siglo XX la ciudad de Nueva York.
Quienes se decidan a disfrutarla deben estar preparados para no participar de grandes despliegues histriónicos; tampoco hay derroche de efectos especiales que nos obliguen a afincarnos a nuestra luneta; esta no es una película pensada para las personas que quieren, aman y disfrutan el sueño americano de la clase media. Los protagonista esenciales de esta historia no viven el barrios suburbanos, no tienen un perro labrador obediente, ni una familia modelo. Héctor y Puchi, es decir Marc Anthony y Jennifer López, quien es a su vez productora del filme y asume el papel de la esposa; no son el ejemplo que suelen mostrar las grandes producciones de Hollywood, ni siquiera se acercan a muchos de los ejemplos que nos propone el cine de bajo presupuesto. Los protagonistas son latinos y sus personajes también, para mayor encanto y orgullo puertorriqueños y tienen un fuerte origen marginal. Son perdedores por naturaleza.
¿Quién es Héctor Pérez, al que promotores, seguidores y músicos dieron el calificativo de “Lavoe”; qué historia se nos pretende contar; quienes son todos aquellos que rodean a este personaje en toda su desdicha. Qué música representa y a que segmento de hombres y mujeres representó? Y por último, ¿por qué este filme? El sentido común aconseja comenzar por el final.
“El cantante”, como producción cinematográfica, no es un hecho aislado, viene a formar parte de la historia conque se pretende contar desde hace algunos años la leyenda de la música del Caribe y de las diversas comunidades de inmigrantes latinos asentadas en los Estados Unidos, incluida la comunidad mexicana. El filme intenta por momentos seguir la ruta trazada en los años noventa por el filme “Selena”, inspirado en la vida de la cantante chicana del mismo nombre y que de alguna manera lanzo la carrera actoral y musical de Jennifer López, quien interpreto el rol de la cantante.
Pero si Selena fue un acontecimiento en la comunidad chicana y entre los seguidores de la llamada “música grupera” o tex mex; “El cantante” dista mucho de acercársele en cuanto a difusión y trascendencia, todo por una razón: Héctor Lavoe no fue nunca un mito, y ni siquiera fue aceptado por la comunidad chicana, que de por si siempre ha tomado distancia abierta de la música salsa.
Tras la “selenomanía” vino la furia Cachao, impulsada por el autor de origen cubano Andy García, quien relanzó al legendario contrabajista cubano de igual nombre residente por años en la ciudad de Miami y a quien los cultores de la música salsa consideraron todo un precursor.
Sin embargo el antecedente directo de El cantante es el filme “Los reyes del mambo cantan canciones de amor”, inspirado en la novela del mismo nombre escrita por el cubanoamericano Oscar Hijuelos y que narra las aventuras y desventuras de dos músicos, cubanos por demás, que se establecen en el Nueva York de los cincuenta, época de oro del mambo y de las grandes bandas de jazz integradas y dirigidas por músicos latinos entre los que sobresale el cubano Mario Bauza y el neoyorican Tito Puentes, llamado “el Rey del timbal”.
Entre ambas películas se ubica el documental testimonial “Yo soy, del son a la salsa”, producido por Ralph Mercado, el más importante promotor de música salsa de los años noventa, propietario en los setenta del club Cheeta y quien por demás fuera el manager durante años de Héctor Lavoe; y que se viene a convertir en un valioso testimonio de una historia musical de encuentros y desencuentros dentro de la ciudad de Nueva York, especialmente en el “barrio”, que es como llaman los inmigrantes del Caribe. y de América Latina en general, a esa parte del Bronx y del East Harlem, donde se han establecido por más de cien años.
Entonces, llegada la hora de comenzar a contar la historia de la música latina en los Estados Unidos, nada mejor que echar mano a una figura controversial, amada por los seguidores de este tipo de música; una revisión de la lista señalo a Héctor Lavoe como el indicado, aunque bien pudo ser Tito Puentes, Celia Cruz, Frank “Machito” Grillo, Mario Bauzá, o Tito Rodríguez, o el imprescindible Ismael Rivera o simplemente Maelo y en última instancia Loui Ramírez, quien falleciera en los años noventa.
Héctor Lavoe reunía en su personalidad humana y musical, mucho más que los anteriores, las contradicciones necesarias para atrapar al público, pero además invocar su nombre representaba revivir los años dorados de la música más hermosa y más reconocida internacionalmente, creada por una comunidad de inmigrantes dentro de aquel país y en aquella ciudad específicamente.

La salsa, el cine y una historia por contar. Las leyendas (II parte)

Nuestra cosa latina, con ese nombre Jerry Massuchi produjo lo que sería la primera aproximación cinematográfica al fenómeno de la música Salsa a fines de los años setenta.
El filme esta basado en los grandes conciertos ofrecidos por la compañía discográfica Fania, propiedad de Massuchi y cuyo socio musical era el flautista dominicano Jhony Pacheco; en el club Cheeta de Nueva York durante el verano de 1971 y en el que las estrellas principales serían, además de la Orquesta Estrellas de Fania, la banda de Willie Colón de la que era cantante Héctor Lavoe; el timbalero Tito Puentes y los cubanos Celia Cruz y la Sonora Matancera.
Para este momento ya se comenzaba a formar la leyenda de Colón y Lavoe, quienes tenían orígenes diferentes pero como elemento común el hecho de representar a una nueva generación de músicos y bailadores; generación marcada por la crudeza de la realidad circundante y que de alguna manera había incidido en eso que se llama “el barrio”.
Si Willie Colón era el músico y el compositor que lograba resumir “el barrio”, Héctor Lavoe lo interpretaba, lo dramatizaba y lo difundía por el mundo. Sin embargo cierta vez llegó la hora de romper tan creativa y exitosa fórmula todo a causa de la personalidad del cantante, cuya vida desordenada contrastaba con el orden que se imponía Colón en la medida que se adentraba en la fama.
Willie Colón se alía a Rubén Blades, quien pasó del departamento de correspondencia de la Fania a componer unas canciones distintas, verdaderas crónicas de la vida latina; a diferencia de Lavoe, cuya voz era puro arrabal; la voz de Rubén Blades era “light”, si se quiere buscar una manera de definirla pero embrujaba, tal parecía que el panameño hijo de un detective de policía y una cantante cubana de boleros era una versión moderna del gran Tito Rodríguez, uno de los ídolos de la comunidad latina durante los cincuenta. Si Willie y Héctor habían revolucionado el barrio y la música latina al contar la vida sin ambages, la de los latinoamericanos en la babel de hierro o la gran manzana; Rubén vino a darle el toque intelectual y dar un punto de giro creativo que hasta hoy perdura.
Uno de los primeros temas compuestos por Rubén Blades y que graba junto a Willie Colón y su orquesta fue Cipriano Armenteros, que a pesar de lo largo del texto resultó todo un éxito entre los bailadores, pero lo mejor estaba por venir.
A fines de 1977 cuando Blades y Colón comienzan a grabar los temas del disco Siembra, Héctor Lavoe estaba cuesta abajo en su carrera musical, las drogas y su paso por la cárcel amenazaban con destruir su carrera; algo parecido a lo que acababa de vivir José “Cheo” Feliciano, que abandonaba para esa fecha las galeras de “Las tumbas”, --el más famoso y temido penal de Puerto Rico que Bobby Capó e Ismael Rivera inmortalizaran en la canción “Las tumbas”--; Rubén compone para Héctor Lavoe el tema que definirá toda su carrera anterior y posterior: El cantante; un homenaje al hombre que le inspiró terminar sus estudios de derecho y correr el riesgo de hacer carrera musical en Nueva York.
Siembra, se convirtió en el disco más vendido de todos los tiempos de la música latina y su tema Pedro Navaja, vivió la mayor de todas las experiencias que se pudieran imaginar, al extremo de que en cierta universidad latinoamericana se organizó un encuentro académico para analizar su impacto en la sociedad continental de los setenta; pero el cine para la música Salsa no pasaba del filme Nuestra Cosa latina y un documental sobre la muerte de los venezolanos integrantes del grupo Madera, que perecieron casi todos en un accidente fluvial y que no trascendió más allá de la televisión venezolana.
El comienzo de la blademania en la Salsa opacó en alguna medida la figura de Héctor Lavoe, que fue quedando como un icono hasta que graba Juanito Alimaña; parecía que todo comenzaría nuevamente.
A fines de 1979 la cadena de televisión norteamericana organiza lo que será la primera gran aventura musical dirigida hacía Cuba posterior a 1959 y para este fin convoca a grandes figuras del jazz, del pop y de la música Salsa y Cuba, la isla proscrita y maldita volvía a ser el centro de la música para una parte de los norteamericanos. Dizzie Gillespie, Stan Guez, Billy Joel, Weather Report y las Estrellas de Fania desembarcan en La Habana para generar el documental y las serie de discos referidas a estos conciertos nombrada USA Cuba live in Havana.
Sin embargo, a niveles de producción y fuerza fílmica la televisora norteamericana dio protagonismo y relevancia a la presencia de los músicos norteamericanos, incluidos Larry Harlow y Barri Rogers que eran parte de la nómina de la Fania, mientras que el resto de los participantes latinos, incluidos Héctor Lavoe y Rubén Blades que tenían una notable influencia en el público del continente que seguía la música Salsa, quedaban relegados a simples y discretos participantes.
Los productores cinematográficos restaron relevancia fílmica a las Estrellas de Fania y es que aún el gran público norteamericano no estaba listo para una música que no pasaba de reflejar un mundo que en nada le era cercano.
Lo latino, musicalmente hablando, para el cine norteamericano no pasaría de ser una cosa exótica hasta los años noventa y ese papel correspondería a la literatura como la chispa motriz y Oscar Hijuelos sería el gran gurú de ese despertar y redescubrir del mundo de la música latina.

La salsa, el cine y una historia por contar. Claqueta (III parte)

A niveles cinematográfico el filme basado en la novela del cubanoaméricano Oscar Hijuelos “Los reyes del mambo cantan canciones de amor”; ha sido la realización más exitosa referida a la música cubana y latina en general de las realizadas hasta el presente; y es que el gancho de idealizar la época de las grandes bandas latinas en la ciudad de Nueva York de la post guerra y los años cincuenta de alguna manera esta relacionada con una nostalgia que se ha alimentado durante años a partir del mito que genero el establecimiento en los Estados Unidos de muchos músicos cubanos después de 1959.
La novela de Hijuelos, y el filme posterior, explotan hasta la saciedad el fenómeno del mambo, de los salones de bailes en que cada domingo los amantes de Tito Rodríguez, de Santos Colón y de Frank “Machito” Grillo con sus Afrocubanos, derrochaban energías y revivían la pasión por el terruño dejado atrás y por las aguas y playas paradisíacas del Caribe, las mismas playas que Hollywood idealizaba.
En 1997 se estrena en los cines de La Habana y Nueva York el filme del realizador cubano Rigoberto López, con guión del escritor Leonardo Padura: “Yo soy del son a la salsa”, documental producido por Ralph Mercado y que es el primer acercamiento serio y desprejuiciado al fenómeno de la música Salsa y a todo el ambiente latino en la ciudad de Nueva York posterior a los años cincuenta.
A diferencia de “Los Reyes del mambo…”, “Yo soy…” se basa en el testimonio directo de los principales actores e involucrados en el surgimiento y desarrollo del fenómeno Salsa, pero profundiza en sus orígenes históricos al tomar como punto de partida la música cubana, el son en lo fundamental y contar toda una larga zaga de interinfluencias entre Cuba y el resto de las naciones del mediterráneo caribeño con el jazz; una relación larga, fructífera, pero no exenta de grandes incomprensiones y preñada de detractores; que ya roza la centuria. Entonces desfilan por la pantalla todas las generaciones posibles de músicos que de alguna manera participaron en estos hechos y los posteriores. Por vez primera, más allá de lo contado por el venezolano César Miguel Rondón en su “Libro de la Salsa, crónica musical del Caribe urbano”, se hace un abordaje sociológico e histórico lineal y matizado de cada uno de los acontecimientos que han determinado musicalmente el curso de la vida de unas diez generaciones de latinos lo mismo en los Estados Unidos, en Cuba o el resto del Caribe. Así las cosas hasta la llegada de “El cantante”.
Marc Anthony, o Marcos Antonio como lo llamaron sus padres en claro español, es el “hijo musical” del pianista de origen dominicano Sergio George; ambos son nacidos en “el barrio” que inmortalizaron Héctor Lavoe y Willie Colón; Jennifer López, también es “pichón” de latinos inmigrantes, del barrio; no importa si es del East Harlem, o del Bronx o de aquella zona en que italianos, negros, judíos y latinos convivían con los irlandeses y se conoce como la “Cocina del diablo”. Ellos son producto también de ese mestizaje que se ha generado en Nueva York y que va y regresa a cada tanto a las costas del Caribe.
Atenidos a los hechos tanto Marc Anthony como Jennifer López nacieron y crecieron entre dos culturas en pugnas: la norteamericana y la de sus respectivas familias de origen, que de alguna manera expresaba una resistencia; resistencia manifiesta en una música llamada Salsa. Sin embargo, ellos son norteamericanos y la cultura que predomina generalmente en su accionar musical es la sajona; pero como decían nuestros abuelos “el negro siempre sale” y esa manifestación del negro se manifiesta en el filme “El cantante”.
“EL cantante”, no es una gran filme, ni siquiera es un filme que la crítica va a amar o amará, no se caracteriza por actuaciones relevantes ni por destaques fotográficos; esta no es la película que llenará cientos de salas en todo el mundo. Eso si es “nuestra película”, la de los que atesoran en un rincón de su casa los discos de la Fania, los que de alguna manera se estremecen cuando suenan los cueros y se oye una diana y se repite un buen coro.
Esta es la película que de alguna manera unificará ha algunos millones de latinos en ciudades como Caracas, Medellín, Calí, Ponce, San Juan, Ciudad Panamá, La Habana y Santiago; que crecieron con aquella música arrabalera, irreverente y llena de giros humanos; es el filme de los marginales y desclasados que aman los tambores.
Marc Anthony y Jennifer López tras este filme volvieron a su mundo habitual. Ella a sus actuaciones, canciones ligeras y sus asuntos de moda; él a sus conciertos muy americanos, aunque siempre cante Preciosa y Sergio George ya no esté sentado en el piano marcándole la entrada. Ellos, los amantes y fanáticos de la Salsa le perdonan desde hoy cualquier desliz, a fin de cuentas a “la voz eh” aunque no tiene un monumento en su puertorro o en cualquier ciudad del Caribe se le escucha.
La Salsa ya no es la misma, aquellos años no existen , ni siquiera Rubén Blades o Willie Colón se han vuelto a unir para cantar Pedro Navaja, pero el Caribe y su música seguirán ahí, encallados en Nueva York iluminando marquesinas y esperando tiempos mejores en el cine, que pronto llegarán.


tomado de www.cubarte.cult.cu

Fania disponible en cualquier lugar...

Una muy buena noticia para los melómanos, Fania entra en la era de las tiendas digitales. La información es de Sept2008, pero igual, alli se las dejo:




Zune Marketplace en Exclusiva Presenta la Tienda Digital de Fania
REDMOND, Washington, 29 de septiembre /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ --
Hoy, la compañía Zune, Microsoft Corp., en conjunto con Fania Records, anunció la disponibilidad de una colección de álbumes de Fania, que consiste de música jamás antes dada a conocer en el mundo digital. Por primera vez la colección de esta disquera estará disponible exclusivamente en Zune Marketplace. La colección incluirá a legendarios artistas como; The Fania Records All-Stars, Héctor Lavoe, La Lupe, Celia Cruz, Ricardo Rey & Bobby Cruz, Cheo Feliciano, Mongo Santamaria, Bobby Valentín, y muchos más.

Durante los años 1960s y 1970s Fania Records produjo lo mejor en salsa y Latin Jazz y desde entonces se le ha atribuido el haber comenzado el movimiento de la salsa en New York. Fania y su lista de artistas han introducido la música Latina al mundo entero, y Zune ahora hará esta música disponible en formato digital para que la descubran las nuevas generaciones.

"Es emocionante asociarse con Zune para ofrecer nuestra colección digital y con nuevo contenido de estos artistas clásicos. Nuestra esperanza es que las nuevas generaciones amantes descubran estos maestros de la música de una era musical inolvidable", dijo Leda Ceccarelli, director de nuevos medios, de Fania Records.

Productores de contenido Latino para Zune Marketplace trabajaron con el distribuidor digital de la disquera, The Orchard, para seleccionar el contenido que se daría a conocer por medio de la página especialmente construida para Fania Records en Zune boutique. La unión de Fania Records al Zune Marketplace demuestra el compromiso de integrar música Latina a través de la plataforma digital y para hacer que los amantes de la música de todos los géneros descubran artistas nuevos y clásicos.

"Quisimos darle un sentido de música retro a Zune Marketplace y para hacer eso no hay otra disquera más adecuado que Fania", dijo Mariel Cruz, productora de contenido de Zune Marketplace Latino. "La reconocida lista de músicos de Fania hizo fácil la selección de prominentes artistas y estamos encantados de traer esta colección a nuestros usuarios".

La tienda especializada de Fania Records será exclusiva de Zune Marketplace hasta el 21 de Octubre e incluirá los siguientes discos:

-- Ricardo Rey & Bobby Cruz - El Bestial Sonido
-- Fania All Stars - Live At Yankee Stadium, Vol. 1
-- Héctor Lavoe - Héctor Lavoe Le Canta A Borinquen
-- Roberto Roena - Greatest Hits
-- Cheo Feliciano - Cheo
-- Cheo Feliciano - Felicidades
-- Rubén Blades - Maestra Vida I
-- La Lupe - Es La Reina (The Queen)
-- Mongo Santamaria - Fuego
-- Varios Artistas - Cuba
-- Varios Artistas - El Barrio: Gangsters, Latin Soul & The Birth of Salsa 1967 - 75
-- Mark Dimond - Brujería
-- The Lebron Bros. - Criollo
-- Celia Cruz - Bravo
-- Varios Artistas - Bailando At The Palladium Vol. 1
-- Bobby Valentín - Algo Nuevo
-- Celia Cruz & Tito Puente - Algo Especial Para Recordar
-- Charlie Palmieri & His Orchestra - Adelante Gigante

Para descargar la colección digital exclusiva de Fania Recors visite: http://www.zune.net/musica.

Acerca de Zune
Zune es la marca de música y entretenimiento de Microsoft dedicada a ofrecer una experiencia digital integrada. La plataforma de Zune incluye una línea de reproductores digitales portátiles, potente software, la tienda en Internet Zune Marketplace y la comunidad musical virtual Zune Social, creada para que la gente descubra música nueva. Zune integra la División de Entretenimiento y Dispositivos de Microsoft y respalda su visión de ofrecer servicios de software para fomentar la innovación en el mundo del entretenimiento digital. Para más información visite http://www.zune.net/en-us/press.

Sobre Fania
En el 2005, Emusica adquirió el legendario sello de la disquera Fania y rápidamente empezó a relanzar varios de los álbumes originales. El catálogo incluye más de 1,300 álbumes y 11,000 grabaciones, haciéndolo uno de los más grandes catálogos de música Latina en exsistencia. Fundado en 1964 por Johnny Pacheco y Jerry Masucci, la Fania destaca leyendas como Celia Cruz, Willie Colon, Héctor Lavoe, Rubén Blades, Larry Harlow, Ray Barretto y los famosos Fania All Stars. Más de 350 álbumes ya estan disponibles en los Estados Unidos en formatos physicos y digitales.


Tomado de www.quepasabulletin.com

Nueva edicion de discos de El Cantante


Aunque Héctor Lavoe murió hace 15 años, continúan saliendo al mercado nuevas ediciones de los discos que lo llevaron a convertirse el rey de la salsa por su fraseo único. La película que protagonizó Marc Anthony el año pasado bajo el título de "El cantante'' también contribuyó a que nuevas generaciones apreciaran su valor artístico, a pesar de la vida desordenada que llevó y que lo condujo a la muerte a los 47 años. Su sello Fania acaba de lanzar el primer volumen de sus cuatro discos iniciales como "The Complete Studio Albums''. Los nuevos y los antiguos seguidores del sonero puertorriqueño encontrarán en este estuche de lujo sus álbumes "La voz'' (1975), "De ti depende'' (1976), "Comedia'' (1978) y "Recordando a Felipe Pirela'' (1979). En esas cuatro producciones encontrarán temas inmortales como Un amor de la calle, Periódico de ayer, El cantante, Sombras y El retrato de mamá.

Nota: aclaramos que esta información fue tomada de internet y verificada en fania.com

Excelente articulo, leanlo...

El origen de la salsa como fundamento de la opinión pública latinoamericana
Cindy Natalia Vega
Fútbol Rebelde

Para hablar del fenómeno salsero como fundamento de la opinión publica, hay que tener en cuenta el origen y el por qué del levantamiento de las voces en contra de la opresión.

La salsa se da después de que Fidel Castro y "los barbudos" suben al poder en Cuba, de acuerdo con esto y con las deficientes relaciones internacionales que mantenía con el resto del mundo, especialmente con Estados Unidos, afectaron notablemente el comercio de la música.

Hacia 1972, el Son Cubano estaba siendo dejado de lado, sin embargo fue gracias a un grupo de jóvenes inmigrantes que este fenómeno realmente tuvo importancia para el mundo. Estos personajes que habían salido de Puerto Rico por motivos económicos se asentaron en Nueva York, y se llamaron así mismos "Nuyorquinos".

En Nueva York, también se presentaban problemas que afectaban la identidad de los pueblos latinoamericanos, pues en los años setenta, había otros estilos musicales que se estaban imponiendo con fuerza. Los Beattles, el Twist y el Rock and Roll, marcaban la moda y el nuevo estilo musical.

Pero la suerte de la Salsa cambió por las ideas de un hombre, Izzy Sanabria se dio cuenta que era necesario unir en un solo grupo los diferentes ritmos tropicales que provenían de la música cubana, por esta razón reunió bajo el nombre de " Salsa " a ritmos como el Mambo, el Chachachá y el Jazz. Así se reunieron varios artistas que estaban decididos a entregar lo mejor de cada uno para sacar la música latina adelante. Al grupo musical que daría la cara al mundo lo conoceríamos posteriormente como La Fania, en principios este grupo fue integrado por Willie Colón, Larry Harlow, Johnny Pacheco, Roberto Roena y Bobby Valentín, poco tiempo después se unió al grupo Héctor Lavoe, Celia Cruz y Cheo Feliciano.

De este modo tenemos que la reacción que generó esta innovación musical se dio principalmente en el mundo norteamericano pero con repercusiones en toda Latinoamérica. Las principales críticas fueron lanzadas por estos artistas que habían pasado una cantidad considerable de tiempo en las calles oscuras de Nueva York. De esta manera se levantaron con canciones como Pedro Navaja, Juanito Alimaña y Plástico, que mostraron a la opinión pública qué era lo que realmente pasaba al interior de los Estados Unidos.

Sin embargo, este hecho se originó desde las voces que habían sido calladas en las regiones más pobres de Cuba antes de la revolución, pues en la salsa vieron una sociedad en la que no existían clases sociales, la salsa llegaba hasta donde ellos querían, no había restricciones.

Es así como se puede definir un problema aún más complejo en el que la Salsa se vio implicada; muchos de los artistas cubanos se vieron afectados por la restricción que se dio en la isla después de 1959, pues la revolución les afectó sus comodidades ya que el régimen social que instauró no permite privilegios, al buscar igualdad social y libertad para todos.

De acuerdo con esto se puede definir un problema general desde un hecho en particular: el origen de la salsa y los artistas que vieron la necesidad de transmitir lo que estaban sintiendo unos pocos por medio de la música, llevándola a un nivel superior en donde la voz de unos pocos pudiera dar solución a un problema que afecta a una sociedad completa.

La mayoría de estas voces se levantaron lejos de sus pueblos natales, muchos de los artistas puertorriqueños, cubanos, entre otros, tuvieron que migrar a Estados Unidos, pues desde allí tendrían una mayor difusión.

Este fenómeno se puede entender desde dos perspectivas distintas. En primer lugar se puede observar que especialmente en Centroamérica, Suramérica y el Caribe, las opresiones por parte de las partes dominantes ha sido mucho más evidente que en otros continentes como Norteamérica. En segundo lugar y en relación directa con lo anterior se puede plantear la idea de que la mayoría de los oprimidos deciden buscar un lugar con mayor "libertad", en este caso Estados Unidos.

Pero entonces qué tan determinante es la relación de esta potencia mundial en el desarrollo de países del tercer mundo, específicamente en materia de arte y más específicamente en el caso de la Salsa .

Desde este punto de vista varios autores se han puesto en la tarea de dar explicaciones acerca de esta problemática, pues también han cuestionado el derecho de la propiedad, "…de allí en adelante este proceso no tendría otra alternativa que depender de un modelo norteamericano, cuyo dominio se confirma rotundamente al concluir la primera mitad del siglo XX…" (1).

De acuerdo con Sergio Ramírez, quien pone en cuestionamiento la participación de los Estados Unidos, no sólo en el desarrollo político de los países latinos, sino que además fundamenta, que la partición económica que éste tiene sobre los mismos, afecta proporcionalmente la producción cultural, "…la sujeción cultural no se ejerce con carácter externo, sino que pasa a ser de un aparato económico y político que adquiere su instrumento más eficaz en el diseño de una integración regional" (2).

Por lo tanto se puede entender un poco más la complejidad del asunto de los artistas salseros que decidieron poner fin a estos repentinos bloqueos, por parte no sólo de sus respectivos Estados de origen, sino además por parte del Estado que estaba utilizando sus producciones culturales para enriquecerse económicamente. Tal vez por esta razón canciones como "El Emigrante", escrita en principio por Larry Harlow, manifiesta su inconformidad por las escasas oportunidades de trabajo que existían en Cuba, "…siendo mi Patria tan rica tuve que irme a otras tierras… voy a conseguir dinero pa´ poderlos mantener" (3).

Lo anterior muestra exactamente cuál era la situación que se estaba viviendo, qué tan difíciles eran las circunstancias y además las necesidad de viajar a los Estados Unidos. Estas letras demuestran que se estaban viviendo situaciones complicadas, que estaban afectando a una sociedad de latinos que buscaban la oportunidad de gritar lo que estaba sucediendo.

De esta manera salieron de la nada estos salseros que también habían huido de sus tierras y que estaban en condiciones de convertir el arte, en una forma de protesta contra todo aquello que los oprimía.

Héctor Lavoe hace una excelente critica con su canción "Juanito Alimaña", que con mucha maña, mostró un lado de la sociedad latina excluida, una sociedad que poco a poco se estaba consumiendo en la corrupción, el crimen y el vandalismo. Esta canción es un claro ejemplo de la situación social en la que se encontraban estos artistas, y que además compartían millones de personas más. Al empezar a sacar estas creaciones del barrio y los suburbios, la mayoría política se dio cuenta que realmente estaban ejerciendo una presión sobre el orden normal del estado.

Sobre esto Leopoldo Múnera es bastante radical, pues en una se sus teorías, se puede estudiar perfectamente este fenómeno, el Comunitarismo hace énfasis principalmente, a la integración de un grupo considerado de individuos que tratan de manifestar sus opiniones de manera pública, de esta manera se obtienen beneficios colectivos, que se encuentran más allá de un individuo en particular y además del control del Estado. "Pone el énfasis en la emergencia de espacios y actores colectivos no-estatales, que desde la sociedad civil producen lo público, conjuntamente con el Estado o en forma paralela a este" (4).

Con base en Múnera podemos entender el comportamiento de este grupo de artistas, que actúan de manera paralela con el Estado, pero siempre tratando de poner por encima de cualquier organización previamente su situación. Es decir desde su calidad de ciudadanos proponen nuevas ideas que tal vez satisfagan sus deficiencias sociales y encamine sus ideales hacia una esfera mucho más pública, que pueda generar opinión.

En este sentido esta opinión estaría siendo generada por un público que se siente conforme con las canciones o con el artista, siendo estos los principales actores sociales, los cuales fundamentarían aún más el hecho de lo público. Por otro lado encontramos que la mayoría de estos públicos son individuos que realmente están siendo afectados en igual o mayor medida por las opresiones, la privatización de la propiedad cultural o por el simple hecho de sentirse marginados de una sociedad que aparentemente es perfecta.

"…Oye latino, oye hermano, oye amigo, nunca vendas tu destino por el oro ni la comodidad. Nunca descanses pues nos falta dar bastante, vamos todos adelante para juntos terminar, con la ignorancia que nos trae sugestionados con modelos importados que no son la solución" (5). Esta es una canción que representa claramente los problemas de internacionalización de esta sociedad latina, Rubén Blades hace una excelente interpretación de lo que está sucediendo y al mismo tiempo genera un contenido de opinión.

Sin embargo aunque trate de mantener una actitud positiva frente al descontrol político que emerge en esta época, también es necesario destacar que en la esfera pública a la que se está llevando esta idea, intervendrá directamente otro factor, pues está hablando enfáticamente de una serie de políticas internacionales que afectan su integridad y su origen latino, este factor no es otro que una institución materializada en el Estado, que responderá a esta advertencia que se está haciendo sobre lo público y para lo público.

Desde este punto de vista ya se está generando opinión, se está abriendo un escenario público en donde ya no son los dirigentes de los diferentes Estados los que dan la última palabra, sino que además, se está gozando de plena libertad de expresión y de opinión. Esta clase de aportes están enmarcados desde una perspectiva colectiva, pues gracias a la voz artística de Rubén Blades, muchos pueden llevar estos sentimientos a esa esfera pública donde se supone que debemos participar todos.

Es esta misma esfera pública la que Habermas ha propuesto. Se puede afirmar que si puede existir una esfera pública que sea escenario para una discusión abierta, pero además debe ser una esfera pública en donde interactúen los directamente relacionados, en este caso especifico, los artistas que decidieron utilizar la Salsa como medio de propagación de ideas y de criticas, el Estado como consolidador de la organización social y los actores sociales que de manera especifica se ven en acuerdo o desacuerdo con estas medidas.

La esfera pública, un lugar común que está materializado en la industria musical y su repercusión en la sociedad, esto como fundamento de la generación de opinión, sin embargo para que esta esfera pública pueda existir es necesario que exista una institución privada como el Estado, que marque una contraposición y de este modo se genere opinión.

Por consiguiente, si estos artistas no hubieran sido víctimas de la falta de organización del Estado, si no hubieran sido afectados por las políticas exteriores que perturbaron el derecho de propiedad que tenían sobre sus canciones y sobre sus ritmos, y si no se hubieran sentido oprimidos por sus dirigentes; ellos jamás habrían creado a "Juanito Alimaña" o a "Pedro Navaja", talvez no existirían los "Sicarios" de Rubén Blades o muy seguramente el "Emigrante" de Larry Harlow jamás habría tenido que emigrar a otras tierras.

De lo anterior se puede sostener una idea clara y concisa, que parte desde la idea misma del cambio, y además de las continuas manifestaciones de inconformidad que van a existir en las sociedades.

La esfera pública estará orientada siempre en este caso particular de los latinoamericanos que han sido excluidos, y que han visto en la Salsa la mejor forma de prevenir estos cambios, a un seguimiento de los factores que permiten la variación de la estructura ideal de lo que debería ser el Estado, un seguimiento que permita con mayor profundidad, dar una explicación clara un punto de equilibrio entre lo que es y lo que debería ser. Desde la opinión de estos artistas, que definen el Estado ideal, desde una construcción de la opinión pública.

"Pero señoras y señores, en medio del plástico también se ven las caras de esperanza se ven las caras orgullosas que trabajan por una Latinoamérica unida y por un mañana de esperanza y de libertad. Se ven las caras de trabajo y de sudor de gente de carne y hueso que no se vendió, de gente trabajando, buscando el nuevo camino orgullosas de su herencia y de ser latino de una raza unida, la que Bolívar soñó" (6).

Bibliografía: - Letras de las canciones. En: http://members.fortunecity.com/ceugev/lyrics2/re017.htm. 20 de Noviembre de 2007.

- Monzón Arribas, Cándido. La Opinión Pública. Teorías, concepto y métodos. Colección de Ciencias Sociales. Serie de ciencia Política. Editorial Tecnos. Madrid 1987. Pg 15- 17.

- Múnera Ruiz, Leopoldo. La tragedia de lo público. Mayo de 2001. Sin publicar. Pg 1- 4.

- Torres Rivas, Edilberto; otros. Centroamérica: Hoy. Balcanes y Volcanes (aproximaciones al proceso cultural contemporáneo de Centroamérica). Editorial Siglo XXI editores, S.A. España. 1975. Pg 279- 281.

- Torres Rivas, Edilberto; otros. Centroamérica: Hoy. Historia del proceso político. Editorial Siglo XXI editores, S.A. España. 1975. Pg 111- 114.

- Yen Yeo, Loo. "Historia de la Salsa ". En: http://www. salsa -merengue.net/loo_yeo.html. 16 de Noviembre de 2007

Notas: 1. Torres Rivas, Edilberto; otros. Centroamérica: Hoy. Balcanes y Volcanes (Aproximaciones al proceso cultural contemporáneo de Centroamérica. Editorial Siglo XXI editores, S.A. España. 1975. Pg. 279.

2. Ídem.

3. The Lebrón Brothers. Discografía. Salsa de hoy y siempre. Larry Harrlow. El emigrante.

4. Múnera Ruiz, Leopoldo. La tragedia de lo público. Mayo de 2001. Sin publicar.

5. La FANIA all Stars. Rubén Blades. Plástico. Lo mejor de la salsa . Volumen tres.

6. Ídem.

lunes, 27 de octubre de 2008

Fania, Hector Lavoe, Remezcla...


No es que la salsa de Fania All Stars necesite ayuda extra para ser bailable, pero un acercamiento actual a algunos hits sí que puede refrescar la rumba. Se armo una compilación en dos cds de canciones (las originales en un cd y las remezclas en otro) en un album que se titula "I Like It Like That".
Es un compilado realizado por Mr Bongo Records y remixeados brillantemente por los mejores Djs del momento entre ellos: DJ Format, Louie Vega, Bugz, Nicola Conte, Quantic y otros.
Pero de este reload salsero quizas la pieza que más resalta es "Mi gente" del legendario Héctor Lavoe, lanzada desde 2007. La remezcla estuvo a cargo de su sobrino Louie Vega --uno de los cerebros de dúo Masters At Work, conocidos por "Nuyorican Soul"-- y su banda Elements of Life.

Este es el set completo de "I Like It Like That"

1. Intro
2. I Like It Like That (Aaron Jerome Remix), Pete Rodriguez
3. Happy Soul With A Hook (DJ Format Remix), Dave Cortez
4. Mi Gente (Louie Vega Remix), Hector Lavoe
5. Plastico (Bugz In The Attic Remix), Ruben Blades
6. Saona (Gilles Peterson And Sinbad Remix), Noro Morales Quintet
7. Alejate (Joaquin "Joe" Claussell Sacred Rhythm Remix), Pete Rodriguez
8. O Elefante (Phillip Cohan Solal Gotan Project & Haaksman Remix),Ray Barretto
9. Take Five (Nicola Conte Remix), Roberto Roena
10. Boogaloo De Johnny (Quantic Remix), Johnny Pacheco
11. Didn't Want To Have To Do It (Hero Remix ), Ralfi Pagan
12. Morris Park (Bonde De Mode Remix), Lenni Sesar
13. Fever (Sinden Remix), La Lupe

En la caja Box, les dejo la grabación para su disfrute, busquenla como Mi Gente La Remezcla, para que escuchen a un Hector Lavoe modernizado. Se esperan opiniones...